Roland Jones destacó la tarea fundamental de reivindicar e indigenizar las enseñanzas, prácticas y herramientas de atención a la salud sexual y reproductiva como acto de resistencia frente al legado aún vigente de la colonización:
«Traducir lo que he aprendido sobre atención a la salud sexual y reproductiva utilizando una perspectiva culturalmente apropiada e integrar esas conversaciones a mi comunidad indígena es una forma de resistencia».
Jones también puso énfasis en la necesidad de fortalecer los vínculos entre la soberanía de los territorios indígenas y las formas en que cuidamos de nuestros cuerpos:
«La tierra nos puede conectar, nuestros valores nos pueden conectar, nuestro amor por la salud sexual y reproductiva nos puede conectar».
Sarahí Maldonado, integrante de la red feminista Las Comadres, describió el panorama de SDSR en Ecuador, con énfasis en la lucha contra la criminalización del aborto. Compartió la historia del
trabajo de Las Comadres desde que se toparon con los límites que implicaba solo dar acceso a la información acerca del aborto seguro y decidieron darle un giro a su trabajo para facilitar el acceso a medicamentos asequibles para el aborto con pastillas sobre todo a mujeres marginadas, personas trans y no binarias que de lo contrario no podrían acceder a servicios de aborto.
Debbie Owusu-Akyeeah cerró la sesión nocturna con un fuerte llamado a soñar y al cuidado colectivo en las luchas contra la violencia sistémica:
«Nuestros sueños son el plan de acción para el futuro por el que estamos luchando … Apoyarnos en nuestros sueños y en nuestra imaginación radical es más importante que nunca para enfrentar al estatus quo».
Debbie identificó la necesidad urgente de fortalecer la solidaridad transnacional frente al crecimiento del fascismo transnacional, refiriéndose específicamente a los lazos entre la juventud 2ELGBTQIA+ en Ghana y la diáspora candiense que lucha contra las leyes que condenan a las personas 2SLGBTQIA+ en Ghana.
Roland Jones destacó la tarea fundamental de reivindicar e indigenizar las enseñanzas, prácticas y herramientas de atención a la salud sexual y reproductiva como acto de resistencia frente al legado aún vigente de la colonización:
«Traducir lo que he aprendido sobre atención a la salud sexual y reproductiva utilizando una perspectiva culturalmente apropiada e integrar esas conversaciones a mi comunidad indígena es una forma de resistencia».
Jones también puso énfasis en la necesidad de fortalecer los vínculos entre la soberanía de los territorios indígenas y las formas en que cuidamos de nuestros cuerpos:
«La tierra nos puede conectar, nuestros valores nos pueden conectar, nuestro amor por la salud sexual y reproductiva nos puede conectar».
Sarahí Maldonado, integrante de la red feminista Las Comadres, describió el panorama de SDSR en Ecuador, con énfasis en la lucha contra la criminalización del aborto. Compartió la historia del
trabajo de Las Comadres desde que se toparon con los límites que implicaba solo dar acceso a la información acerca del aborto seguro y decidieron darle un giro a su trabajo para facilitar el acceso a medicamentos asequibles para el aborto con pastillas sobre todo a mujeres marginadas, personas trans y no binarias que de lo contrario no podrían acceder a servicios de aborto.
Debbie Owusu-Akyeeah cerró la sesión nocturna con un fuerte llamado a soñar y al cuidado colectivo en las luchas contra la violencia sistémica:
«Nuestros sueños son el plan de acción para el futuro por el que estamos luchando … Apoyarnos en nuestros sueños y en nuestra imaginación radical es más importante que nunca para enfrentar al estatus quo».
Debbie identificó la necesidad urgente de fortalecer la solidaridad transnacional frente al crecimiento del fascismo transnacional, refiriéndose específicamente a los lazos entre la juventud 2ELGBTQIA+ en Ghana y la diáspora candiense que lucha contra las leyes que condenan a las personas 2SLGBTQIA+ en Ghana.